Seguimos a vueltas con lo mismo. Me gustaría poder cambiar el tema, pero es que me resulta del todo imposible no comentar esta actualidad que nos imponen, seguramente para que no pensemos en la gran incapacidad de este Gobierno para resolver una crisis económica de grandes proporciones.
La gratuidad de la píldora del día después es la nueva alegre idea que se les ha ocurrido a estos progres, que de tan progres son regrés.
La primera idea que me surge es ¿por qué tenemos que pagar con nuestros impuestos la mala práctica sexual de una mujer? y digo mujer porque es la que se toma la pastilla, no porque el hombre no realice una mala práctica. La respuesta queda en el aire.
Se nos bombardea desde los grupos mediáticos teledirigidos con la mala educación sexual que reciben los jovenes. En eso estoy completamente de acuerdo, el matiz es que el feminismo y los grupos de izquierda lo dicen porque quieren "ir a más" en las enseñanzas que han realizado desde los últimos años. Pero en algo estamos de acuerdo, que la educación sexual que reciben los jóvenes es mala.
A mi entender, a las nuevas generaciones se les ha adoctrinado en el "todo vale", disfruta, mantener relaciones sexuales no tiene consecuencias, practicando el sexo serás feliz... Medias verdades, que son las peores de las mentiras. Sólo hace falta ver el número de embarazos no deseados, los contagios por transmisión sexual, etc para comprobar si esa política solucionaba algo, y creo que los datos nos dicen que eso no soluciona nada.
Mucho se ha criticado al Papa por las palabras sobre el preservativo como solución para terminar con el SIDA. Ojo, no hablo desde un punto de vista religioso, pero creo que Benedicto XVI tiene razón en su planteamiento. No estoy en contra de que la gente utilice un preservativo, pero lo que no se puede pretender es que la única política para la prevención de las enfermedades de transmisión sexual sea el uso del condón. Con esto método anticonceptivo no se soluciona nada, se podrán evitar algunos casos, pero no solucionar el problema. Hace falta una mejor educación, como por ejemplo en tema de promiscuidad.
Y es que al margen de temas morales, siempre me he preguntado porque el Estado para evitar enfermedades, embarazos no deseados no realiza nunca campañas de abstinencia, o algo parecido, que fuera de toda duda es lo más eficaz. En cambio paga promociones de preservativos, que digo yo ¿no deberían ser los fabricantes de profilácticos los que se pagasen sus campañas? Y es que el preservativo no es el único método anticonceptivo. Debería de revisarse a fondo los "donativos" que da la industria farmaceútica y los fabricantes de condones y quien recibe ese dinero, pues podría haber no sólo incompatibilidades sino hechos delictivos.
Pero el fondo del asunto, a mi entender, es que a los jóvenes se les ha inculcado el "aquí no pasa nada", escapa por la vía fácil y no sufras. No seas consecuente con tus actos. Esa es la cuestión, la falta de asumir las responsabilidades. Una persona tiene que saber que si mantiene relaciones sexuales sin usar métodos anticonceptivos lo normal es que se conviertan en padres, y que tienen que asumir los actos que libremente escogen. Y eso no es sólo que no se diga, sino que se le anima a que así sea. Y que mensaje tan peligroso es fomentar el "haz lo que quieras que no tendrás que preocuparte de sus consecuencias".
Y volvemos a hablar de la píldora. Cada vez que se toma una de esas pastillas es el reflejo de un fracaso, tanto personal como didáctico. Y enlazamos también con lo anterior, que se asuman las consecuencias: cuando las chicas utilicen las píldora del día después como otro método anticonceptivo más, con los problemas de salud que eso te va a causar, que no reclamen a la Seguridad Social que les arregle el desaguisado que ellas mismas se han producido.
Asumir las consecuencias de los actos. La primera de las lecciones para la nueva educación sexual y la primera de las lecciones de la vida.
La gratuidad de la píldora del día después es la nueva alegre idea que se les ha ocurrido a estos progres, que de tan progres son regrés.
La primera idea que me surge es ¿por qué tenemos que pagar con nuestros impuestos la mala práctica sexual de una mujer? y digo mujer porque es la que se toma la pastilla, no porque el hombre no realice una mala práctica. La respuesta queda en el aire.
Se nos bombardea desde los grupos mediáticos teledirigidos con la mala educación sexual que reciben los jovenes. En eso estoy completamente de acuerdo, el matiz es que el feminismo y los grupos de izquierda lo dicen porque quieren "ir a más" en las enseñanzas que han realizado desde los últimos años. Pero en algo estamos de acuerdo, que la educación sexual que reciben los jóvenes es mala.
A mi entender, a las nuevas generaciones se les ha adoctrinado en el "todo vale", disfruta, mantener relaciones sexuales no tiene consecuencias, practicando el sexo serás feliz... Medias verdades, que son las peores de las mentiras. Sólo hace falta ver el número de embarazos no deseados, los contagios por transmisión sexual, etc para comprobar si esa política solucionaba algo, y creo que los datos nos dicen que eso no soluciona nada.
Mucho se ha criticado al Papa por las palabras sobre el preservativo como solución para terminar con el SIDA. Ojo, no hablo desde un punto de vista religioso, pero creo que Benedicto XVI tiene razón en su planteamiento. No estoy en contra de que la gente utilice un preservativo, pero lo que no se puede pretender es que la única política para la prevención de las enfermedades de transmisión sexual sea el uso del condón. Con esto método anticonceptivo no se soluciona nada, se podrán evitar algunos casos, pero no solucionar el problema. Hace falta una mejor educación, como por ejemplo en tema de promiscuidad.
Y es que al margen de temas morales, siempre me he preguntado porque el Estado para evitar enfermedades, embarazos no deseados no realiza nunca campañas de abstinencia, o algo parecido, que fuera de toda duda es lo más eficaz. En cambio paga promociones de preservativos, que digo yo ¿no deberían ser los fabricantes de profilácticos los que se pagasen sus campañas? Y es que el preservativo no es el único método anticonceptivo. Debería de revisarse a fondo los "donativos" que da la industria farmaceútica y los fabricantes de condones y quien recibe ese dinero, pues podría haber no sólo incompatibilidades sino hechos delictivos.
Pero el fondo del asunto, a mi entender, es que a los jóvenes se les ha inculcado el "aquí no pasa nada", escapa por la vía fácil y no sufras. No seas consecuente con tus actos. Esa es la cuestión, la falta de asumir las responsabilidades. Una persona tiene que saber que si mantiene relaciones sexuales sin usar métodos anticonceptivos lo normal es que se conviertan en padres, y que tienen que asumir los actos que libremente escogen. Y eso no es sólo que no se diga, sino que se le anima a que así sea. Y que mensaje tan peligroso es fomentar el "haz lo que quieras que no tendrás que preocuparte de sus consecuencias".
Y volvemos a hablar de la píldora. Cada vez que se toma una de esas pastillas es el reflejo de un fracaso, tanto personal como didáctico. Y enlazamos también con lo anterior, que se asuman las consecuencias: cuando las chicas utilicen las píldora del día después como otro método anticonceptivo más, con los problemas de salud que eso te va a causar, que no reclamen a la Seguridad Social que les arregle el desaguisado que ellas mismas se han producido.
Asumir las consecuencias de los actos. La primera de las lecciones para la nueva educación sexual y la primera de las lecciones de la vida.
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