Sin duda, uno de los grandes problemas de nuestros tiempos es la falta de claridad en la distinción entre lo público y lo privado. ¿Cuando o por qué algo pasa de la esfera privada a la pública? Esta pregunta suele ser contestada facilmente por los "infectados" por el positivismo jurídico; estos contestarían que cuando lo dice la Ley. Normalmente este tipo de argumentos están muy extendidos y no deja de ser una forma de sacarse un conejo de la chistera cual mago itinerante, sin obligarse a argumentar ni a justificar el hecho de que el Estado dicte normas de salud, hábitos de higiene, civismo, valores morales...un catálogo extenso, aburrido y agobiante.
Siempre me he preguntado por qué hay anuncios de Renfe (monopolio estatal). ¿Para que hacer un gasto en publicidad de un servicio si es la única empresa que explota el transporte ferroviario?( En este tema ya entraré). Pero al hilo de tu articulo me hago otra gran pregunta, ¿Por qué el Estado debe intervenir en la educación y en el culto religioso de los ciudadanos, es más, como se articula la idea de Libertad Religiosa con la intervención del Estado? ¿No es esto último una contradicción?
Precisamente la idea de que el estado garantice libertades es una perversión en sí misma (Ver, Estado Omnipotente, Mises). La intervención del estado siempre supone límites a las libertades humanas. Pero al margen de establecer límites, el estado como depredador insaciable, se considera legitimado, por la ignorancia e ingenuidad de los que piden que este mismo garantice sus libertades privadas, a dictar normas y pautas morales y a materializarlas en leyes.
Pongo sobre la mesa la idea de que en tu artículo existe desde mi punto de vista una gran contradicción o como mínimo un gran misterio: ¿Cual es el problema de un estado laico, es decir, independiente de credo o confesión? ¿En que daña a los católicos o a los musulmanes la idea de un estado que no intervenga en algo tan privado como en las creencias propias?
Lo curioso de todo es que los mismos que reclamais al estado que garantice vuestras libertades religiosas otorgándole autoritas y potestas en el ámbito de la moral, a continuación protestais si éste se saca de la manga normas morales contenidas en Educación para la Ciudadanía.
Moraleja: no llames a un pirómano para apagar un incendio.
Para que la cosa quede con buen sabor de boca dejo un link de una gran canción de The Black Crowes:
http://es.youtube.com/watch?v=hWuSrc53QL4&feature=related
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