

Querido amigo:
Yo creo en la necesidad del Estado, más allá de funciones simplemente de Defensa y Justicia. Eso no implica que deje de creer en la libertad del individuo. Individuo que se relaciona socialmente con sus semejantes, que no puede vivir apartado, pues no sobrevive. Es en esa convivencia donde surge y es necesario el Estado. Pero su libertad es inviolable y libre de coacciones en su pensamiento.
Lo que yo vine a poner de relieve en mi anterior escrito es: Dado que el Estado presta el servicio de la educación, debe de dar la educación que los padres quieren para sus hijos, no la que el Estado quiere como adoctrinatario de futuros votantes. Ya que con mis impuestos pago una enseñanza pública, el servicio se debe de prestar conforme a lo que el individuo quiera para sus descendientes, no a la inversa. ¿En qué otro caso se puede producir una situación similar a que el que te presta un servicio por el dinero que pagas te dice lo que tienes que hacer y te impide el desarrollo de tus ideas? Otra cosa es que deba existir una enseñanza pública. Ese es otro tema que yo no he tratado.
Comentas también una contradicción, que yo la verdad no veo. No hay ningún problema en la indepencia de credo de un Estado, es más, es lo que tiene que ser, y digo todavía más, eso es lo que existe hoy en España. Pero se confunde eso, aconfesionalidad, con la laicidad, que es un tema muy distinto. Pero sí creo que el Estado garantiza libertades. Si no fuese así, no existiría más justicia que la que nos arrogásemos nosotros. En una sociedad, las libertades suelen estar limitadas en los derechos de los demás, algo que algunos infelices, supongo, llaman convivencia, dentro del normal razocinio y costumbres de los lugareños.
También tema distinto es la imposición de una materia obligatoria de carácter moral y de la formación ideológica del individuo, con mayor gravedad dado que este individuo está todavía en periodo de aprendizaje. Que esto esté dictado por el Estado es lo que está fuera de toda lógica. Que sea el gobierno de turno el que ideologice a nuestros pequeños con sus fobias, manías, ideología, y demás convicciones morales del hombre, me parece aberrante. Esto no tiene nada que ver, con que el hombre pueda manifestar y vivir conforme a su fe. El Estado no la impone, debe simplemente vigilar por su posible cumplimiento.
Atentamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario