sábado, 21 de marzo de 2009

Sin Dios, Sin Amo...¿Sin Estado?

Creo que nunca he tenido un verdadero sentimiento religioso. Mi educación es católica y he sido, y soy, testigo del sentimiento religioso de mis familiares pero yo, por ahora, no tengo ese sentimiento. Ahora bien, agradezco que mis pilares morales sean católicos. ¿Por qué? Pues porque creo que el catolicismo es ante todo la ética de la libertad y del respeto al individuo. Representa en gran medida, y al margen de épocas pasadas,una gran frontera a la omnipresencia del estado en nuestras vidas.
Estas pequeñas ideas que acabo de apuntar molestan. Molestan a gran parte de los miembros de nuestra penosa clase política, a intelectualillos de tertulia, "todólogos" y demás fauna ibérica.
La carrera de Ciencias Políticas te enseña a pensar la política desde múltiples puntos de vista. Pensar la política es analizar los actores implicados, intereses,juegos y lógicas. En nuestro país, la Iglesia es un actor más del juego social y político. Y lo es con todo derecho y con la legitimidad que otorga ser la voz de millones de creyentes en unos de los países más católicos del mundo junto a Irlanda, Italia, Polonia y Brasil. Desafortunadamente nuestro actual gobierno es postmaterialista. Es más, como dice mi amigo Eduardo, "Zapatero es el líder político más postmaterialista del mundo". Esa afirmación implica que hay un programa político en el que una niña de 16 años puede abortar con total libertad pero no puede fumar ni beber alcohol. La unión de parejas homosexuales es un matrimonio como el de mi padre y mi madre. Son los gays los que tienen derecho a tener hijos no los menores los que tienen derecho a un padre y a una madre....los ejemplos son innumerables. El postmaterialismo es vaciar de sentido las palabras, los valores, las instituciones, las ideas y llevarlo todo al relativismo más absurdo ("nación es un un concepto discutido y discutible"). Este relativismo nos afecta y nos afecta porque el estado dicta normas morales: no te drogues, cuida tu salud, lee libros, usa condón...Tenemos pues un estado que actúa desde el más puro de los relativismos morales. Frente a él....la Iglesia, la moral de cada individuo y la libertad de hacer lo que te de la gana.

Esta es la principal razón que se me ocurre para explicar el odio que la Iglesia y lo católico despierta en nuestro actual poder ejecutivo. Representa un límite, un competidor en la generación de pautas morales, un freno a su demagogia, en fin, la nada intelectual frente al gran faro moral de Occidente. No nos olvidemos de lo que representó Juan Pablo II en la caída del comunismo: la defensa de la dignidad y de la libertad del individuo frente al Estado asesino.

Salud camarada.

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