Resulta que ahora la culpa de la crisis es de los Bancos. Y es cierto, las entidades financieras tienen gran parte de culpa de la actual situación. Se acusa ahora a los Bancos (resulta curioso que los políticos no hablen nunca de las Cajas de Ahorro) de no conceder créditos y por lo tanto de acentuar la crisis e impedir una pronta recuperación de la economía. Analicemos los hechos.
Estas Entidades no conceden créditos, entre otras razones, porque la gente ha dejado de ser solvente, es decir, que o tienen muy seguro que ese dinero se va a recuperar, o no prestan. Sin ese prestamo muchas PYMEs no pueden seguir funcionando y presentan el concurso de acreedores, o como se le ha llamado toda la vida, quiebran. Por eso estas modestas empresas, tiendas, comercio minorista en general, demandan que les sigan concediendo crédito para poder subsistir.
Ahora bien, ¿cómo se le puede exigir a una entidad privada que conceda créditos a diestro y siniestro? ¿Cómo se les puede exigir que concedan créditos a personas o empresas que no son solventes? Porque al fin y al cabo ¿no estaríamos otra vez ante los famosos NINJA? O lo que es lo mismo, se pueden pagar las nóminas de ese mes con el crédito, pero ¿y las del siguiente?
Un tema que me ha llevado a reflexionar sobre el cimiento de una economía de empresa, y también de la familiar. Crecer a base de crédito es fácil, tan fácil como frágil. El poder real de un país está en el ahorro, y con ese ahorro poder afrontar nuevas inversiones. Pondré un ejemplo que creo es revelador: Cualquiera puede ir a un Banco, Caja de Ahorro, o sindicato de todos estos reunidos y pedirles miles de millones para comprar Fadesa, cualquiera puede en teoría, y si aceptan concederte el crédito y compras Fadesa puede que tengas la inmobiliaria más grande de España, pero ese patrimonio es tu deuda, más los intereses. Algo que a todas luces se ve que no lleva a ningún sitio. Caso distinto es el que puede comprar el 75% de la empresa con su patrimonio y pedir un crédito para el 25% restante... las probabilidades de irse al garete son menos.
Parte de esta crisis se debe a la cantidad de crédito que han concedido las entidades financieras y al endeudamiento familiar. ¿Es realmente la solución a este problema aplicar el sistema que nos ha llevado a él?
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